La mitad de las solicitudes de crédito son para pagar deudas y emprender un negocio

En un escenario económico donde el endeudamiento es una realidad para muchos brasileños, las solicitudes de préstamos surgen como una tabla de salvación. Según un informe publicado por la fintech de crédito personal Simplic, la mitad de estas solicitudes tienen como objetivo liquidar deudas acumuladas, mientras que el 20% tiene como objetivo emprender, abrir un nuevo negocio, una puerta de esperanza para quienes buscan alternativas financieras.

Estos datos hacen eco de las cifras del Mapa de Morosidad de Serasa, que señalan que 71 millones de brasileños tienen restricciones en su nombre, enfrentando dificultades para obtener crédito o realizar transacciones financieras básicas. El director ejecutivo de Simplic en Brasil, Rogério Cardozo, destaca que esta realidad impacta directamente en la planificación financiera de la población, impulsando la búsqueda de soluciones que puedan contener el endeudamiento.

"Con la tasa media de desempleo en Brasil en aumento, alcanzando el 7,8% en el último trimestre del año, según datos del IBGE, las personas continúan buscando alternativas para complementar sus ingresos. El préstamo personal se convierte en una salida no solo para liquidar deudas, sino también para fomentar el emprendimiento, creando nuevos negocios como fuente adicional de ingresos", destaca Cardozo.

La regionalidad de estas solicitudes también llama la atención. El estudio señala que el 54% de las solicitudes se realizaron en la región Sudeste, seguida por el Nordeste, con un 17%, y por el Sur, con un 14% del total. Estos números, según los expertos, reflejan no solo la concentración poblacional, sino también las disparidades económicas regionales existentes en el país.

El acceso facilitado a préstamos personales es otro factor que impulsa este escenario. Incluso para aquellos con restricciones financieras, existe la posibilidad de adquirir crédito, acompañado de información y orientación para evitar nuevos endeudamientos. Esta democratización del acceso al crédito se ve como un estímulo al emprendimiento y al calentamiento de la economía.

Además, la reducción de la tasa Selic también tiene su papel en este contexto. Desde agosto, la tasa ha estado experimentando caídas, alcanzando el 11,75% anual en diciembre. Esto se traduce en una reducción de las tasas de préstamos para personas físicas y jurídicas, incentivando el consumo y promoviendo el crecimiento económico.